10 razones que podrían hacer caer a la industria publicitaria tradicional

El cambio constante del negocio publicitario es una realidad. La eclosión de nuevas tendencias y tecnologías, la dificultad para captar la atención de determinados segmentos del público y el cambio en los hábitos de consumo obligan a agencias y anunciantes a innovar día a día para no quedarse atrás.

Según los “marketeros”, hay diez motivos que explican por qué la industria publicitaria tradicional es una burbuja a punto de explotar.

1. Falta de transparencia.
La falta de claridad y honestidad es uno de los problemas que más preocupan a los actores de la industria publicitaria. Transparencia y fraude son dos de los motivos que pueden socavar los intentos de mejorar la confianza entre anunciantes, agencias y medios. Estos dos conceptos se han convertido en los grandes protagonistas de los debates y conversaciones del sector.
La mayoría de los conflictos tiene su origen en cuestiones monetarias. Falta de retribución por el trabajo de las agencias, polémicos concursos de medios… los retos que ha de afrontar nuestra industria son muchos (y muy variados). Y para afrontarlos, es necesario que los jugadores de la industria publicitaria unan sus fuerzas. Clientes, agencias y medios deben trabajar en un clima de colaboración, respeto y confianza mutuos.
En definitiva, se necesita un cambio de actitud. Las agencias merecen una remuneración justa por su trabajo y los anunciantes han de comprender la gran inversión (en términos monetarios y tecnológicos) que las agencias realizan para cumplir las expectativas de sus clientes. Por otra parte, las agencias de medios han de comprender su papel en este sector y no deben obstaculizar la relación anunciante-agencia únicamente por sus propios intereses.
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2. La evolución de la tecnología.
Los últimos avances tecnológicos han cambiado las reglas del juego y a día de hoy, nadie sabe aún como adaptarse a esa constante evolución. Si piensa que el entramado de la programática es complejo, espere a ver lo que está por venir.

3. Ad blocking
La irrupción de este fenómeno ha supuesto una amenaza de muerte para la industria publicitaria tal y como la conocemos hoy en día. La inversión en publicidad online ha superado con creces a los medios más tradicionales, que se han quedado muy atrás.
Sin duda, el negocio publicitario estará allí donde se encuentre su público. Pero las saturación de anuncios en los medios digitales ha provocado un odio irascible entre los consumidores, que no dudan en bloquear todo lo que tenga que ver con publicidad.
Los avances tecnológicos digitales son un arma de doble filo para los “markeros”. Bien empleados, pueden potenciar los resultados y beneficios de las campañas, pero si se usan de manera intrusiva, lo más probable es que ocurra todo lo contrario.
Si no se encuentra una solución rápida y eficiente, el fenómeno del ad blocking podría acabar con la industria publicitaria actual. No se trata de un problema legal, ni económico. Es un problema que afecta al engranaje más importante del motor de la industria: sus consumidores.
En este sentido, contenido y creatividad son los dos conceptos clave que todo anunciante debe tener en mente a la hora de poner en marcha una acción publicitaria. Anuncios nativos, product placement, patrocinios y colaboraciones… actualmente hay muchas maneras de hacer publicidad y captar al consumidor sin molestarle. Si el único objetivo es la monetización, la publicidad tal y como hoy la conocemos está abocada al fracaso.

4. Calidad antes que cantidad
Uno de los errores más comunes en nuestro sector es creer que utilizar todos los medios habidos y por haber conduce directamente al éxito. La saturación publicitaria es principal motivo por el que aparecieron los populares bloqueadores de publicidad.
Aunque existen excepciones, la clave de la publicidad actual es conseguir una conexión emocional con el consumidor. Destacar entre la multitud. Lanzar un spot brillante, aunque ayuda, no asegura el éxito de una campaña.

5. La relación con el cliente ya no es lo que era
Al menos, así lo afirman los “marketeros” en las encuestas. La colaboración y el respeto mutuo son dos aspectos fundamentales para que la relación cliente-agencia sea exitosa. Pero con frecuencia, el trabajo entre las agencias y los anunciantes no resulta todo lo eficaz que debiera por una falta de entendimiento entre ambos agentes.

6. El auge de las estrategias “in-house”
Tanto la aparición de las nuevas tecnologías como la consecuente automatización de los procesos han provocado que, cada vez con más frecuencia, las marcas pongan en marcha sus propias estrategias y elaboren su propio contenido, sin recurrir necesariamente a una agencia de publicidad.
Entre las razones que explican esta tendencia encontramos la reducción de los costes, la aparición de sinergias entre los distintos departamentos y el control de los datos. Muchos anunciantes se lanzan a la aventura sin tener en cuenta todos los costes asociados a la integración de estos servicios en sus compañías, pero una vez que empiezan ya no hay marcha atrás.

7. Talento
Tradicionalmente, la publicidad se consideraba una profesión vocacional y creativa. No gozaba de la popularidad y reputación de otras profesiones, como la medicina o el derecho, pero conseguía atraer a los creativos con más talento.
Además, el incentivo para las agencias no solo era el dinero, sino que tanto el arte como la ciencia eran los elementos motivadores del trabajo creativo. Los medios jugaban un papel relevante y se convirtieron en el eje estratégico del negocio publicitario.
Sin embargo, actualmente la popularidad de las agencias ha caído en picado y muchas de ellas no invierten en formación para los jóvenes creativos. Quizás habría que volver a los orígenes para recuperar la esencia que caracterizaba a esta industria.

8. La influencia de Wall Street
Los “peces gordos” de la industria publicitaria son, en su mayoría, grandes compañías que cotizan en bolsa y que se mueven por intereses puramente económicos. El trabajo de las agencias que gestionan grandes cuentas está limitado por mandatorios ejecucionales que minan su creatividad.

9. El auge de las start-ups
Tener una buena de negocio nunca fue algo fácil, pero la explosión digital ha ayudado a muchos emprendedores a sacar sus ideas adelante. Estas pequeñas empresas deben destinar una parte de su presupuesto inicial para darse a conocer en un mercado cada vez más competitivo, pero en muchas ocasiones, su inversión es tan ajustada que no pueden contratar a una gran agencia para que
Estos nuevos anunciantes tienen unas necesidades muy distintas a las de las grandes compañías. Buscan creatividad, flexibilidad, cercanía y compromiso por parte de las agencias.

10. El gran volumen de datos
Hoy en día, estamos rodeados de datos. Pero su gestión puede ser una auténtica odisea. En la industria publicitaria, y especialmente en los medios, es necesario aprender a comunicar y gestionar grandes volúmenes de datos de manera eficaz. Y por desgracia, conceptos como el Big Data siguen siendo para muchos un idioma totalmente desconocido.

Fuente: http://www.marketingdirecto.com/actualidad/publicidad/la-industria-publicitaria-tal-la-conocemos-una-burbuja-punto-explotar/#sthash.9zwhpu54.dpuf

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