La nueva ley contra la piratería en EEUU encuentra duras críticas de la comunidad de internet


El debate en el Congreso de EE UU de una proposición de ley para bloquear los sitios que alberguen u ofrezcan sin permiso contenido protegido por derechos de autor subleva a la comunidad de Internet. Tanto grandes corporaciones como grupos civiles y profesores de Derecho han remitido cartas advirtiendo de los peligros de la ley. El último nombre por la que se conoce este proyecto es el de SOPA ( (Stopping Online Piracy Act). También ha sido identificado como Protect IP Act o E-Parasite Act y tiene el apoyo de la industria de los contenidos.

De prosperar la ley, supondría el bloqueo de los sitios, tanto domésticos como de fuera de Estados Unidos, que difundieran música, películas o programas sin haber obtenido la licencia para ello. El bloqueo obligaría a los proveedores de contenido, pero también a los registradores de dominios e incluso a servicios de intermediación en el pago, como PayPal, que deberían paralizar las transferencias. A ello se añade que buscadores y proveedores de acceso deberían mantener una actividad de filtrado. También se perseguiría a quien incluya anuncios en los citados sitios.
La última reacción en contra del proyecto procede de una agencia del Gobierno de Estados Unidos, vinculada al departamento de Energía, Sandia National Laboratories. Según su director, la ley no sería efectiva y tendría un impacto negativo en la ciberseguridad global y la funcionalidad de Internet.
Electronic Frontier ya ha manifestado su preocupación ya que supondría la creación de una lista negra de dominios y la alteración del sistema de gestión de los mismos. Por otra parte, la ley afectaría a servicios como Tor que ofrecen la navegación anónima y que son utilizados por disidentes en países que censuran Internet y persiguen la libertad de expresión. En Numerama un testimonio se refiere a la ley como una nueva muralla digital. Sus defensores alegan que se trata de aplicar la ley y proteger la creación de empleo en la industria audiovisual e informática.

La inquietud que despierta este proyecto se evidencia en la publicación de cartas abiertas, todas con fecha del 15 de noviembre, de distintos colectivos. Una de ellas está suscrita por Google, Facebook, Yahoo, eBay, Twitter, LinkedIn, Mozilla y Zynga, entre otros,en la que denuncian que presionar a los proveedores de acceso para monitorizar la actividad de sus clientes puede suponer una grave invasión de la privacidad. Estas empresas han publicado una página de publicidad en The New York Times manifestando su preocupación por el contenido del proyecto.

También asociaciones de otros países se han movilizado y suscriben otra carta que firman, entre otros, European Digital Rights, Free Software Foundation, Quadrature du Net, Open Rights Group y Reporteros sin Fronteras.
La última carta es de profesores de Derecho que denuncian las graves deficiencias constitucionales de la proposición y la ruptura de una política de defensa de la libertad de expresión que perjudicará la imagen del país en el resto del mundo.

Desde octubre hay abierta una petición para que la Administración Obama intervenga. Para que la administración la examine debe alcanzar las 25.000 firmas. Tambièn en Internet hay una carta abierta, Salvemos Internet, dirigida a los congresistas para que paralicen esta ley. Se pide que Estados Unidos mantenga este pilar de la democracia que es Internet. Ya la han suscrito más de 300.000 internautas de todo el mundo.
EEUU ya ha bloqueado de hecho sitios que considera infringen la propiedad intelectual. Una de estas acciones afectó al sitio español rojadirecta

Fuente: El País 

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