Crisis de las TV públicas: TV3 se queda sin futbol para la próxima temporada

El 'tijeretazo' del Govern ha alcanzado de lleno a los medios públicos, que no se librarán del duro plan de ahorro para 2012 y cuya aplicación se ha cobrado ya su primera víctima ilustre en TV3: el fútbol en abierto.

La cadena renunciará a emitir el tradicional partido de Liga de los sábados por la noche debido a la decisión de la Generalitat de rebajar en 40 millones el presupuesto del año que viene, que se suman a la deuda de 21 millones de 2011.

Así, con un presupuesto previsto de 260 millones, la directora de Televisión de Catalunya (TVC), Mònica Terribas, ha informado en el Parlament de Catalunya de que la temporada que viene TV3 deberá "renunciar" al fútbol, un hecho insólito en los años recientes de la televisión pública. Además, también ha informado de que "no será el único programa afectado", en referencia a la posibilidad de que se supriman otras emisiones deportivas como las pruebas de Fórmula 1.

De hecho, Esport 3, el último canal que se ha puesto en marcha hace justo un año y especializado en el mundo del deporte, tiene todos los números para ser uno de los dos canales de los seis existentes que el Ejecutivo suprimirá por el nuevo ajuste presupuestario. El otro podría ser el que TV3 destina a las emisiones en Alta Definición (HD).

La defunción de las emisiones en abierto de la Liga y la supresión de dos de los canales son parte de las consecuencias del recorte de hasta el 13% que el Govern quiere aplicar en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).

Según ha argumentado en el Parlament el portavoz del Govern, Francesc Homs, "no podemos asumir el mantenimiento de seis canales". Según ha añadido, "no es que no se hayan hecho los deberes, pero lo que no se ha ahorrado este año se tendrá que hacer el que viene".

Para hacer frente a esta reducción presupuestaria, el Govern propone también un recorte en los sueldos de la plantilla, que no implicaría despidos en el conjunto de los medios públicos.

Fuente: Cristina Rubio, El Mundo