La presencia de las televisiones en nuevos espacios de consumo
Desde Diez & Romeo realizamos un seguimiento sobre los aspectos
más relevantes y queremos reseñar el excelente trabajo del doctorando
Alfredo Martínez Pacheco, miembro permanente del grupo de investigación
de FONTA, fue aceptada por los organizadores del Transformations in
Broadcasting Congerence.
El trabajo presentado por nuestro compañero tenía por título From programming dictatorship to audience democracy: the presence of television in new consumption spaces. En él, se analizaba desde la teoría clásica de las Industrias Culturales la presencia de los canales de televisión españoles en la web, sus estrategias de monetización y las tácticas para que los usuarios acudiesen la la web del canal en sí para ver un contenido en vez de buscarlo en otras páginas de tipo Youtube o tratar de descargarlos.
El paper hacía mención la Lógica de Club, término acuñado por Lacroix y Tremblay (1997) que se supone una síntesis de los dos modelos de Industrias Culturales propuestos por Patrice Flichy (1982): los productos editoriales (cine-vídeo, libros, discos) y el modelo de flujo (televisión y radio).
La televisión en internet (webcasting) comparte algunas características de esta Lógica de Club. Los contenidos pueden ser visionados individualmente, fuera del flujo de la programación, en el momento deseado. Sin embargo, al tratarse de canales de televisión en abierto (como Telecinco, Cuatro, La Sexta o el grupo RTVE), aún dependen casi enteramente de la programación habitual, y no ofrecen apenas contenidos exclusivos, por lo que no pueden posicionarse como empaquetadores de contenidos de la misma forma que las televisiones de pago. Tampoco pueden diversificar sus formas de financiación, ya que dependen enteramente de la publicidad.
El trabajo concluyó que los servicios ofrecidos por estas webs eran muy similares entre sí, habiendo sólo diferencias puntuales. También observó algunos hechos significativos desde el punto de vista de las Industrias Culturales, como la ruptura de la sinergia entre televisión y cine, ya que las películas (extranjeras) que pueden verse en televisión no se ofertan en la web del canal por motivos de copyright.
La presentación de este trabajo en la Conferencia se completó con las ponencias Social Entrepreneurs and Cultural Producers: Return of Invesment of Entrepreneurs in Creative and Cultural Social Enterprise, de John Parman (analista independiente); y The Transparent TV Studio: Blurring the line between Production and Consumption? de Oranit Klein-Shagrir (Universidad abierta de Israel). Las tres tuvieron muy buena acogida entre el público.
El trabajo presentado por nuestro compañero tenía por título From programming dictatorship to audience democracy: the presence of television in new consumption spaces. En él, se analizaba desde la teoría clásica de las Industrias Culturales la presencia de los canales de televisión españoles en la web, sus estrategias de monetización y las tácticas para que los usuarios acudiesen la la web del canal en sí para ver un contenido en vez de buscarlo en otras páginas de tipo Youtube o tratar de descargarlos.
El paper hacía mención la Lógica de Club, término acuñado por Lacroix y Tremblay (1997) que se supone una síntesis de los dos modelos de Industrias Culturales propuestos por Patrice Flichy (1982): los productos editoriales (cine-vídeo, libros, discos) y el modelo de flujo (televisión y radio).
La televisión en internet (webcasting) comparte algunas características de esta Lógica de Club. Los contenidos pueden ser visionados individualmente, fuera del flujo de la programación, en el momento deseado. Sin embargo, al tratarse de canales de televisión en abierto (como Telecinco, Cuatro, La Sexta o el grupo RTVE), aún dependen casi enteramente de la programación habitual, y no ofrecen apenas contenidos exclusivos, por lo que no pueden posicionarse como empaquetadores de contenidos de la misma forma que las televisiones de pago. Tampoco pueden diversificar sus formas de financiación, ya que dependen enteramente de la publicidad.
El trabajo concluyó que los servicios ofrecidos por estas webs eran muy similares entre sí, habiendo sólo diferencias puntuales. También observó algunos hechos significativos desde el punto de vista de las Industrias Culturales, como la ruptura de la sinergia entre televisión y cine, ya que las películas (extranjeras) que pueden verse en televisión no se ofertan en la web del canal por motivos de copyright.
La presentación de este trabajo en la Conferencia se completó con las ponencias Social Entrepreneurs and Cultural Producers: Return of Invesment of Entrepreneurs in Creative and Cultural Social Enterprise, de John Parman (analista independiente); y The Transparent TV Studio: Blurring the line between Production and Consumption? de Oranit Klein-Shagrir (Universidad abierta de Israel). Las tres tuvieron muy buena acogida entre el público.
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