Diez y Romeo analiza el escenario televisivo tras la anulación de licencias
Los
abogados Jaime Rodríguez Díez y Paula Romeo González, de Diez & Romeo, han
analizado el impacto de las distintas anulaciones de licencias TDT
Tras las Sentencias anulatorias de
los repartos de la TDT en Canarias y Valencia, en Diez y Romeo se ha analizado
cuáles serían las distintas vías que tienen las CCAA para regularizar el
panorama televisivo.
Según Paula Romeo, “bajo los parámetros de la contratación
pública es inadmisible la valoración en 2013 o 2014 de unas ofertas presentadas
para responder a las necesidades que se exigían en el 2006”. Hay que
recordar que el concurso de la TDT se convocó y resolvió antes de entrar en
vigor la Ley 7/2010, de 31 de Marzo, General de Comunicación Audiovisual.
Recientemente, Jaime Rodríguez elaboró
un Informe jurídico que concluía que “no
es posible una selección idónea de empresas sobre ofertas desfasadas, al ser de
2006.”
Las 7 claves planteadas por Diez y
Romeo.
De ahí, que desde Diez y Romeo se hayan
revelado 7 claves que
dificultarán la nueva adjudicación de licencias de TDT en base a las
solicitudes presentadas en el 2006.
1.-
El transcurso de más 7 años desde la presentación de las ofertas. Basta con leer los informes de las
CCAA que han recomendado dejar desierto los últimos concursos
audiovisuales (Radio FM) convocados en 2007. Los argumentos esgrimidos
contradicen una posible nueva adjudicación de la TDT en Canarias. Si los
concursos de la radio FM se declararon desiertos porque los proyectos estaban
desfasados al presentarse en el 2007, peor aún con proyectos de 2006.
2.-
El desfase de las ofertas de TDT por datar de 2006. Los proyectos estaban diseñados para
una concesión de 10 años y ahora la vigencia de la licencia (ya no concesión)
es de 15 años.
3.-
Los razonamientos jurídicos que motivaron declarar el concurso de la FM de
Valencia y Murcia desierto. La resolución argumentaba (i) la disminución o desaparición
de la capacidad y la solvencia de las licitadoras; y (ii) la existencia de
proyectos obsoletos de emisoras de radio FM.
4.-
El dinamismo de la innovación tecnológica y la aparición de nuevos formatos y
servicios interactivos. Una
buena valoración en la parte tecnológica supondría omitir los últimos avances
técnicos.
5.-
El impacto de la crisis en el sector televisivo. Inexistente en el 2006.
6.-
Graves riesgos de obtener una selección incorrecta por no contemplar las nuevas
fórmulas televisivas que han ido apareciendo últimamente. Ello daría lugar a un reparto
sin responder eficazmente al sector televisivo.
7.-
La nueva regulación aplicable a los concursos públicos audiovisuales. En 2006 se regían por la Ley de
Contratos públicos. Ahora en 2014, se rigen por la Ley General de Comunicación
Audiovisual.
Por
eso, según concluye Diez & Romeo, será difícil volver a valorar las ofertas
de TDT de 2006, y de hacerlo el ejecutivo se arriesgaría a entrar en nuevos
litigios que podrían terminar con una nueva anulación.
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